La nave espacial Voyager 2 de la NASA capturó estas vistas de Urano (izquierda) y Neptuno (derecha) durante sus sobrevuelos de los planetas en la década de 1980.

Urano es uno de los planetas más enigmáticos en nuestro sistema solar. Esto ocurre porque al estar ubicado a unos 2.721,4 millones de kilómetros de la Tierra, es sumamente difícil enviar misiones para estudiarlo.

Para comprender más de este gigante de hielo, la astrofísica de la NASA, Kathleen E. Mandt, escribió un artículo en el que solicita a la agencia construir y lanzar una sonda exploratoria para investigar los misterios del sistema de Urano.

Esta sonda tendría el objetivo de explorar cómo se formó y cuánto migró después de su formación, además de comprender la estructura interior del planeta, su atmósfera, la magnetosfera, el sistema de anillos y descifrar si alguna de sus 27 lunas tiene o alguna vez tuvo océanos de agua líquida en el subsuelo.

Prototipo de la misión.

“Esta misión servirá para inspirar y educar a múltiples generaciones sobre la historia del sistema solar y los misterios en sus confines más remotos”, detalla el artículo publicado en la revista Science.

La NASA no ha enviado ninguna nave de visita desde que Voyager 2 realizó un sobrevuelo sobre el enorme planeta de hielo en 1986, por lo que esta misión, llamada Uranus Orbiter and Probe (UOP, por sus siglas en inglés), ayudará a comprender estos planetas y ver si pueden albergar vida. 

La comunidad científica espacial ha esperado más de 30 años para explorar los gigantes de hielo y las misiones a ellos beneficiarán a muchas generaciones por venir”, agregó Mandt.

La exploración a Urano contribuirá a la comunidad una mayor comprensión de nuestro sistema solar y, por lo tanto, de nosotros mismo.

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