A días de volver a la Tierra, los tres astronautas que viajarían abordo de la nave espacial Soyuz no lograron cumplir el cronograma debido a la detección de una fuga en la nave espacial rusa acoplada a la Estación Espacial Internacional (EEI).

Esta fuga provocó el rocío de una enorme neblina de refrigerante expulsada en el espacio exterior. Es por ello que los funcionarios de la agencia espacial rusa, Roscosmos, comenzaron a buscar nuevas formas de poder enfriar la cápsula, una que supuestamente alcanzó los 122 grados Fahrenheit.

Roscosmos detalla que tras las maniobras de enfriamiento, la habitación de la cápsula Soyuz se encuentra en una temperatura agradable y habitable. Mediante un brazo manipulador largo conectado al exterior de la EEI descubrieron que el responsable de esto fue un agujero de unos 0,8 milímetros.

El equipo creen que este agujero fue provocado por un micrometeorito, pero aún no han confirmado la causa exacta.

Por el momento los astronautas que debían volver a la Tierra deberán esperar hasta corroborar el estado de la cápsula, para tener un retorno seguro. Por lo que los cosmonautas rusos Sergey Prokopye y Dmitri Petelin, junto al astronauta de la NASA Frank Rubio, deberán permanecer abordo de la EEI.

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