Por Isabel Hodge Orellana y Mariana Muñoz Salazar
Publicado por ihodge

La pandemia nos ha evidenciado cómo nuestro país aún padece una gran deuda con los estudiantes, una que viene arrastrándose hace años y con la migración a la virtualidad los sesgos aumentaron de manera desmedida.

Como una forma de ayudar a los niños y niñas de nuestro país un grupo de mujeres se dedican a organizar miles de tutorías en todo el país mediante la fundación Conectado Aprendo, una que enlaza a alumnos y tutores mediante clases online.

Hay una sociedad civil que a nosotros nos ha respondido de una manera increíble, el año pasado tuvimos más de 1.500 tutores, este año necesitamos 2.500″, declaró Sofía Pérez-Cotapos.

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En Futuro 360 conversamos en profundidad sobre esta hermosa fundación: Conectado Aprendo. Específicamente con su directora María Ignacia Lewin, quién nos manifestó que la pandemia “fue un espacio para innovar”.

Y como una forma de conocer aún más al equipo responsable de hacer flotar esta fundación, hablamos con algunas de las mujeres tras este potente proyecto.

El equipo detrás de Conectado Aprendo

María Ignacia Lewin

Periodista de profesión y madre de cuatro hijos, es la actual Coordinadora General y cofundadora de Conectado Aprendo. Trabajó durante varios años en colegios vulnerables, siempre le interesó los derechos de la infancia.

“Está la sensación de que hay como un espejismo de normalidad que no nos deja ver todos los vacíos enormes en que han quedado los aprendizajes de todos los niños y niñas de nuestro país“, indicó.

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María Jesús Silva

Psicopedagoga, mamá de tres niños y en 2021 comenzó a trabajar en la fundación. Actualmente es la encargada del Ciclo 1° a 4° medios.

“Siempre he tenido trabajos en colegios particulares, alumnos particulares y que esto sea ayudar, abrir los ojos, ser un poco más de entregar los conocimientos que uno tiene al resto. Me encantó el proyecto cuando me lo contaron”, dijo.

Magdalena Hurtado

Psicopedagoga de profesión, en 2020 le llamó la atención el proyecto y decidió participar en él cuando María Ignacia le comentó que estaban buscando a alguien para ser parte, una vez que ingresó es la encargada de Ciclo 5° a 8° Básico.

“Lo que llevamos ha sido una experiencia muy rica en trabajo súper dinámico, dónde tenemos todos los días algo súper diferente que aportar, donde nos encontramos con gente maravillosa, con gente muy agradecida de los que estamos haciendo por ellos y eso es lejos lo más gratificante (…). Pero Conectado Aprendo nos toma la vida finalmente un poco, es bastante”, comentó.

Sofía Pérez-Cotapos

Psicopedagoga y madre primeriza en plena pandemia. Antes de embarcarse en este proyecto, se encontraba en búsqueda de varios trabajos cuando se topó con la opción de ser parte de Conectado Aprendo. En primer instancia como Coordinadora de 1° a 4° Básico, actualmente es la Coordinadora académica.

“La verdad es que fue un tremendo desafío así que me saco el sombrero por todos esos tutores que nos acompañaron“.

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El rol del hombre

“Hay una gracia que tienen las mujeres, es que somos súper comunicadoras y emotivas. El hecho de que vivamos esto, que puede ser de doble filo, lo vivimos como un trabajo pero también como un hijo nuestro”, dijo Magdalena Hurtado.

Si bien comenzar una fundación que se dedique a mitigar la brecha académica en plena pandemia es un poco complicado, para este equipo nada lo es. Desde realizar reuniones en la casa de María Ignacia, hasta hacer los “match” académicos de forma manual requiere tiempo, esfuerzo y garras no solo de las chicas, sino que tamblen que sus esposos, hijos, parejas y los mismos tutores que lograron permitir alcanzar en 2021 el reclutamiento de 1.500 tutores y tutoras que regalaron una hora a la semana para darle tutorías personalizadas a 1.500 niños inscritos en todo el país.

“Hay un trabajo precioso de un equipo de mujeres, pero muy a la par y muy secundado por un grupo importante de muchos hombres que aperran por nosotras“, señaló Magdalena.

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El futuro de la educación

A pesar de existir proyectos como Conectado Aprendo, que buscan ayudar a niños en situaciones vulnerables y darles el apoyo que necesitan, aún hay un porcentaje de ellos que no pueden acceder a fundaciones como esta y deben respaldarse de otras formas, evidenciando así aún más las brechas que la pandemia reveló que existen hace años y es de vital importancia hacerse cargo.

Acortar las brechas creo que ese es el mayor desafío y el mayor problema, las oportunidades que tienen los niños, personas rurales, de escuelas municipales o liceos municipales, son muy distintas”, aseguró Sofía.

Sobre esto, Magdalena piensa que la solución a estas es el tiempo, más que otros factores como el dinero. “No creo que en Chile se invierta el tiempo (…). El tiempo real que la educación necesita, creo que en este país falta mucho y es eso, es tiempo y ganas”.

Recordemos que esta problemática no solo afecta a niños y niñas de nuestro país, es una realidad que aqueja a varias naciones de Latinoamérica, por lo que este significativo modelo impulsado por mujeres se encuentra en conversaciones de ser replicado en Ecuador, y quien sabe, en futuro lo podríamos encontrar en todo el mundo, con una amplia red de apoyo que está enfocada en ayudar no solo a reforzar, sino que también a brindar pilares socioemocionales en beneficio de los alumnos.

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