Hace unos 2,59 millones de años, la Tierra se encontraba en la escala geológica del Pleistoceno, perteneciente al periodo Cuaternario.

El desierto de Atacama cuenta con una notoria ausencia de ocupaciones humanas (Revista de Antropología Chilena, 2011), pero si contó con la existencia de un cánido extinto de gran tamaño que vivió durante ese periodo.

Un equipo multidisciplinario de arqueólogos, paleontólogos y biólogos fueron partícipes del descubrimiento del primer fósil de Aenocyon dirus, un ancestro del lobo moderno que vivió hace 14.000 años en el territorio.

Lo sorprendente de este hallazgo es que es la primera vez que se encuentran rastros de un depredador de estas características en Chile, pues vivió principalmente en América del Norte y algunas partes de Sudamérica.

“No se conocen otros registros de grandes depredadores de esta cuenca, y nuestro hallazgo ofrece una visión más completa de este ecosistema que prosperó en el núcleo hiperárido de Atacama durante el Pleistoceno tardío”, dice el estudio publicado en la revista Journal of Vertebrate Paleontology.

Los fósiles corresponden a huesos de una pata trasera incompleta y fueron hallados en la Quebrada Mani, en la Pampa del Tamarugal. El equipo científico a cargo estuvo liderado por el arqueólogo de la Universidad de Tarapacá, Calogero Santoro.

“En general, todos los carnívoros que habitan en la actualidad, incluyendo los cánidos, vienen de Norteamérica, son evolutivamente un grupo foráneo. A pesar de encontrarse repartidos por todo Sudamérica, el registro fósil de los cánidos es bien complicado de hallar, descontando algunos fósiles. Es un buen misterio”, señaló a El Mercurio Rafael Labarca,  académico de la Escuela de Antropología y uno de los autores del hallazgo.

El lobo gigante que habitó el norte

Journal of Vertebrate Paleontology / UC.CL

“La diferencia entre un lobo y un zorro culpeo, por ejemplo, es que el primero es eminentemente carnívoro, mientras el último puede ser omnívoro. Este lobo extinto poseía una dieta hipercanívora. Es el registro del cánido más grande extinto que se haya encontrado en territorio nacional”, agregó el arqueólogo.

Según los expertos, a finales del Pleistoceno, ocurren un par de eventos húmedos llamados “CAPE 1 y 2 – Central Andean Pluvial Event”, implicaron que lloviera, formando vegas y pantanos.

En la Quebrada Mani se formó un humedal que atrajo no solo a carnívoros sino a caballos y camélidos. Por otro lado, las condiciones ambientales de la pampa ayudaron a encontrar los vestigios debido a la escasa sedimentación, por lo que se pueden encontrar en la superficie o muy cerca de esta.

En este hábitat no existían grupos humanos, ya que asentaron con posterioridad.

Tags:

Deja tu comentario


Estreno

Martes / 22:30 / CNN Chile