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Investigadores del Instituto de Matemáticas e Informática de la Universidad de Sao Paulo revelaron que solo el 24,8% de los 69 gobernadores del Imperio Romano Occidental murieron por causas naturales, mientras que el resto murió violentamente en el campo de batalla o en los complots de palacio.

En este estudio, se observaron los patrones matemáticos subyacentes asociados con los reinados de los emperadores romanos, demostrando así que siguieron lo que los estadísticos llaman “una ley de potencia”.

“Aunque parecen ser aleatorias, las distribuciones de probabilidades según la ley de potencias se encuentran en muchos otros fenómenos asociados con sistemas complejos, como el tamaño de los cráteres lunares, las magnitudes de los terremotos, la frecuencia de las palabras en los textos, el valor del mercado de las empresas e incluso el número de ‘seguidores’ que la gente tiene en redes sociales”, explicó el científico de datos, Francisco Rodrigues, profesor del ICMC-USP, a Agência FAPESP. 

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Estos fenómenos muestran un patrón al que a menudo se hace referencia como el principio de Pareto o la regla 80/20. Esto se traduce como que en estos casos la probabilidad de que ocurra algo común es de aproximadamente el 80%, y la de un evento raro es del 20%.

Por ejemplo, en redes sociales, el 80% de los usuarios tiene como máximo unas pocas decenas de seguidores, mientras que el 20% tiene miles o incluso millones. En el caso de los emperadores romanos, el raro evento no fue el asesinato.

“Visualizamos varias posibles explicaciones para este punto de inflexión. Puede ser que después del ciclo de 13 años los rivales del emperador concluyeran que era poco probable que ascendieran al trono por medios naturales. Es posible que haya surgido una crisis debido a todos estos factores combinados. Vale la pena señalar que el riesgo vuelve a caer después de este punto de inflexión”, dijo Rodrigues.

Este cambio del ciclo de 13 años es una pregunta que aún no ha sido respondida, pero en su búsqueda hay una larga data de historiografía cuantitativa, siendo el análisis estadístico el recurso complementario más importante en el estudio de los fenómenos históricos. “Las formaciones históricas son sistemas complejos en los que los jugadores interactúan, colaboran y compiten por el poder y los recursos. Las acciones impredecibles de los individuos pueden producir patrones predecibles de comportamiento colectivo que pueden investigarse matemáticamente”, explicó Rodrigues.

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