Experto de Harvard asegura que la tecnología extraterrestre existe (00:49)
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(CNN) Investigadores del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), el Museo de Toulouse, la Universidad de Toulouse-Jean Jaurès y el Musée du quai Branly, recuperaron una caracola marina, la cual fue descubierta en 1931 por arqueólogos que estudiaban la cueva Marsoulas en la cordillera de Pirineos en Francia.

La caracola de 31 centímetros de largo y 18 de ancho, en la punta del caparazón se encuentra rota y forma una abertura de 1.4 pulgadas de diámetro. Los investigadores indican que la rotura no es accidental, ya que presenta evidencia de corte, perforación y decoración con hermanita, un pigmento rojo utilizado en las pinturas rupestres que han famosa a la cueva.

El hecho de que la abertura sea irregular y esté cubierta con una capa orgánica llevó a los investigadores a pensar que originalmente se habría colocado una boquilla. Por lo que el equipo trabajó junto a un trompetista para verificar su hipótesis de que el caparazón se utilizaba para producir sonidos.

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Según el equipo, la datación por carbono llevada a cabo en carbón vegetal y hueso de oso del mismo estrato arqueológico que la caracola, muestra que los objetos datan de hace 18 mil años. Esto hace que el caparazón sea el instrumento de viento más antiguo de su tipo.

Sin embargo, las personas que lo hicieron no necesariamente usaron el caparazón para hacer lo que consideramos música.”Podría haber sido utilizado como una herramienta de comunicación“, comentó a CNN el autor del estudio, Fritz Tosello.

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Los investigadores también encontraron similitudes con materiales encontrados en cuevas a lo largo de la costa atlántica en el norte de España, dando peso a la idea de que estas personas eran cazadores-recolectores nómadas que se movían entre la costa atlántica y los Pirineos.

“Habrían tenido que moverse porque se habrían quedado sin animales para cazar si se quedaban en un lugar demasiado tiempo”, explicó Tosello.

Los investigadores ahora trabajarán en una réplica precisa en 3D del caparazón para averiguar más sobre una pequeña perforación, de 0,4 pulgadas de diámetro en su cuerpo. También investigarán hasta dónde puede viajar el sonido producido por la concha.

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