La orca Kiska ha muerto en cautiverio y completamente aislada en MarineLand, un acuario localizado en Ontario, Canadá.

Durante las últimas cuatro décadas, Kiska había estado viviendo en el parque temático, luego de haber sido capturada en aguas islandesas en 1979.

Según Reuters, se había realizado una necropsia en el cuerpo de Kiska, aunque no existe información sobre la causa específica de su muerte. El grupo de derechos de los animales Whale Sanctuary Project informó que “Kiska murió de una infección bacteriana”.

Hace años recibió el apodo de “la ballena más solitaria del mundo” según dicha ONG. La vida de este mamífero estuvo marcada por la tragedia: durante su tiempo en Marineland, dio a luz a cinco crías, todos los cuales murieron a una edad temprana.

Desde 2011, había estado sin un compañero de tanque en absoluto, un hecho que se puso de relieve este año cuando se publicaron imágenes de drones de ella nadando sola. De hecho, hace solo un mes apareció en redes un video de Kiska en la que veía nadando en bucle haciendo círculos, lo que dio indicios de su estado de salud mental.

Se sabe que las orcas son animales muy sociales y los activistas por los derechos de los animales habían pedido durante años que Kiska y otras ballenas cautivas fueran liberadas en un centro de retiro adecuado.

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