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Está en todas partes, desde recordarte los quehaceres del día, sintonizar alguna canción que te guste, ensayos, obras de arte e incluso diagnósticos médicos.

La inteligencia artificial (IA) ha avanzado a grandes pasos durante los últimos años, pero existe un antes y después con la irrupción de ChatGPT, que se ha convertido en el asesor, profesor, ayudante y hasta consejero de millones de personas alrededor del mundo.

En este contexto, Paloma Ávila conversó con Carlo Casonato, académico de Derecho Constitucional Comparado en la Universidad de Trento, Italia, para reflexionar sobre los desafíos de la IA, los derechos humanos y los aspectos legales que nuestra sociedad debería tomar en cuenta con esta tecnología.

“La Inteligencia Artificial en la medicina puede salvar vidas, en transporte puede salvar vidas. Pero nosotros, como sociedad en general, tenemos que saber que puede estar en lo correcto, así como puede estar mal”, sostuvo.

El futuro de la IA

Regulaciones, la suspensión de su desarrollo y el potencial riesgo que podría tener para el ser humano han sido discusiones presentes en el último tiempo sobre la IA. Casonato propone el principio ético Human-in-the-loop (HITL) o principio de vigilancia humana a través de la creación de un aprendizaje automático basado en la mejora continua.

Según el abogado, “no puedes dejar que las máquinas trabajen solas, necesitas que un ser humano controle el sistema porque puede tener resultados que no sean precisos”. “Es algo en lo que debemos trabajar un montón, porque el Human-in-the-loop tiene el riesgo de solo quedarse en un nivel general o más simbólico, pero no en un nivel efectivo”.

El experto planteó que más allá de la ley “es la educación”, porque “podemos entregar, desde la educación primaria algunas ideas sobre qué es la inteligencia artificial, pros y contras”.

De esta forma, las próximas generaciones podrán manejar esta tecnología, “lo que es ambivalente en la naturaleza”. “Cuando la Inteligencia Artificial nos pueda dar un ingrediente extra de precisión y rapidez, me puedo imaginar este derecho de tener a la Inteligencia Artificial en estas funciones”.

El uso de la IA en otros países

De acuerdo al experto, en Francia “tienen una ley que obliga a los doctores que ocupan IA” para que informen al paciente que él o ella está utilizando esta tecnología, ya sea por aspectos positivos o negativos.

El académico plantea tres caminos diferentes para regular la Inteligencia Artificial:

  • El aproximamiento “dejen hacer, dejen pasar”, que se parece a lo que está haciendo Estados Unidos. Dejar que la tecnología progrese y ver cómo eso va ocurriendo.
  • El aproximamiento chino, donde “la IA en China está bajo el control del Estado, con mucha intrusión en los derechos de los ciudadanos”.
  • En Europa se está pensando en una tercera vía, en la que “nos gustaría lograr el balance entre la necesidad que tenemos de desarrollar una tecnología más precisa. Lo primero que queremos tomar en cuenta es la necesidad del progreso (…), pero respetando los derechos fundamentales de las personas”.

“Esperamos que, tal vez, sí pudiéramos llegar a un balance en regulación efectiva y balanceada de la Inteligencia Artificial, otros países si quisieran vender sus sistemas en Europa van a tener que respetar el mismo estándar”, sentenció.

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