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¿De qué forma se reproducen los patrones que buscan definir una forma correcta de infancia? Esta es una de las interrogantes que quiso responder la investigación Género y Escuela, que nació bajo el alero del Proyecto Anillos en Ciencias Sociales y Humanidades La Producción de la Norma de Género (2019-2021).

A partir de esta premisa, el grupo de investigadores desarrolló una serie de cortometrajes de animación. El primero de ellos se tituló #NormaDeGéneroBinaria y obtuvo el reconocimiento a Mejor Obra por Encargo en los Premios Quirino a Animación Iberoamericana.

La obra, a cargo de la productora audiovisual Pájaro, logró un guión capaz de hilar distintas historias y hechos que ocurrieron en diferentes espacios de los estudios etnográficos desarrollados.

En Futuro 360 conversamos con Claudia Matus, directora del Centro Estudios Avanzados en Justicia Educacional (CJE) de la Pontificia Universidad Católica de Chile y líder del proyecto sobre los desafíos en torno a una educación no sexista.

“Los números que año a año se reportan a propósito de la brecha de género, son números inalcanzables. Hoy día mismo, si miráramos el en el Foro Económico Mundial que lanza todos los años son más de 130 años”, señaló.

Una #NormaDeGéneroBinaria

De acuerdo a Matus, el objetivo del proyecto fue evidenciar cómo los niños “son socializados en esta idea de la masculinidad tradicional o hegemónica”, lo que va a la par con el tema de cómo las “mujeres somos educadas en esa feminidad” que se asume con ciertas características y atributos específicos.

A través de la revisión de los datos etnográficos que existen en los establecimientos educacionales, las expertas notaron cómo los niños son expuestos “a ser agresivos, de ser ruidosos, de ocupar el espacio de ciertas maneras”, lo que tiene implicancias importantes que muchas veces son menos conversadas “que lo que nos pasa a nosotras las mujeres en los espacios escolares”.

“En esos ámbitos, donde aprendemos tanto a ser mujeres, en esta idea de ser más emocionales y los hombres más racionales, es que se va armando este entramado que tiene todas las consecuencias que todos los años tenemos que documentar”, expresó.

Para Matus es imporante comprender que esto “requiere el esfuerzo y trabajo de todas y todos”. Los espacios escolares son vitales para poder formar, educar tanto a las generaciones como a “las comunidades que son adyacentes a las y los estudiantes”.

“El rol de los padres y nosotras como madres, es sumamente importante poder favorecer aprendizajes que tengan que ver con comprender el cómo la norma de género opera, con el fin que podamos tener una sociedad un poco más libre de temas complejos cómo son el abuso, el acoso”, reflexionó.

El equipo a cargo de las etnografías está compuesto también por las investigadoras Valentina Errázuriz, Érika González y Luna Follegati.

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Martes / 22:30 / CNN Chile