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El futuro de Chile no se juega en tierra firme, sino en el inmenso mar de nuestras costas. Esa es la convicción que motiva a los científicos que día a día trabajan en conservar e investigar este verdadero patrimonio junto al apoyo de los buques de la Armada de Chile.Pero ¿cómo logran este loable objetivo? Resquebrajando témpanos el rompehielos Oscar Viel surca aguas antárticas, pero con 47 años de servicio, llegando al ocaso de su vida útil.

Por eso, el nuevo rompehielos chileno, que se construye en los astilleros de Asmar, es un anhelo y una necesidad urgente para la comunidad científica nacional, quienes requieren de este tipo de embarcaciones para alcanzar tierras y hielos inaccesibles para muchos, en busca del conocimiento.

Según grafica el doctor Mauricio Landaeta, biólogo marino de la Universidad de Valparaíso, “hay muchos estudios que se están llevando a cabo y que requieren input tecnológico, como la investigación de biodiversidad, para hacer química, detección de zonas con gases metanos”, explicó.

En la misma línea de servicio encontramos al buque científico de la Armada “Cabo de Hornos”, cuya tripulación fue felicitada por la marina argentina, tras participar la búsqueda del submarino ARA San Juan, extraviado con toda su tripulación tras una lamentable explosión, otro ejemplo de embarcaciones al servicio de la ciencia y también para salvar vidas humanas gracias a su complemente tecnológico de punta.

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Martes / 22:30 / CNN Chile