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(CNN) — Los fabricantes de vacunas se están preparando para una posible próxima fase del despliegue de las vacunas de COVID-19: las dosis de refuerzo.

Si bien los refuerzos no son necesarios ahora, se necesita más información para decidir si las personas podrían eventualmente necesitar dosis de refuerzo de las vacunas de COVID-19, pero un aumento en los llamados casos ‘disruptivos’ podría ofrecer una pista en el futuro, dijeron asesores federales de vacunas el miércoles.

Los miembros del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP) de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC) discutieron cuándo podría ser el momento de que la agencia hiciera recomendaciones para las dosis de refuerzo y los miembros del comité coincidieron en su mayoría en que se necesitan más datos sobre los beneficios de los refuerzos.

Los miembros del ACIP estuvieron de acuerdo en que un aumento en los casos “disruptivos” de COVID-19, que ocurren después de que alguien ha sido completamente vacunado, podría ser una señal en el futuro de que la inmunidad está menguando y es posible que se necesiten dosis de refuerzo de la vacuna.

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“Lo que estamos buscando es una mirada muy cuidadosa a los casos disruptivos y también si actualmente hay un aumento en los ancianos; eso sería bastante claro porque actualmente están muy bien controlados“, dijo la Dra. Sarah Long, miembro del ACIP y profesora de pediatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Drexel.

“Sería un error dar dosis de refuerzo sin tener información sobre el número uno: ¿refuerzan? Y un poco de datos de seguridad2, dijo Long. “De modo que tendríamos una idea de que el refuerzo sería beneficioso antes de que pudiéramos incurrir en un riesgo desconocido“.

Actualmente, tres vacunas contra el coronavirus están autorizadas para uso de emergencia en Estados Unidos: la vacuna de Pfizer/BioNTech de dos dosis para personas mayores de 12 años, la vacuna de Moderna de dos dosis y la vacunas de Johnson & Johnson de dosis única para todas las personas mayores de 18 años.

Los investigadores y los funcionarios de salud sospechan que la inmunidad contra el COVID-19 que estas vacunas provocan en el cuerpo podría disminuir con el tiempo, posiblemente después de un año o más, y podría no proteger tan bien contra las variantes del coronavirus que podrían surgir y evolucionar.

Una persona vacunada podría necesitar una dosis de refuerzo de la vacuna para mantenerse protegida contra la cepa original del coronavirus y las variantes emergentes, algo similar a cómo se recomienda un refuerzo contra el tétanos cada 10 años o se recomiendan diferentes vacunas contra la influenza cada año.

¿Se necesitará una vacuna de refuerzo o una nueva vacuna?

“Muchas personas pueden estar familiarizadas con las vacunas de toxoide tetánico que se recomiendan cada 10 años: esa es una dosis de refuerzo. Le recuerda a nuestro sistema inmunológico que si alguna vez nos exponemos a esa toxina, nuestro sistema inmunológico la recordará y responderá muy rápidamente”, dijo a CNN en mayo el Dr. William Moss, profesor y director ejecutivo del Centro Internacional de Acceso a Vacunas de la Universidad Johns Hopkins.

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En el caso de las vacunas contra el COVID-19 se desconoce cuánto tiempo dura la protección inmunológica, pero los desarrolladores de vacunas y los funcionarios de salud saben que puede que no sea para siempre y que las variantes emergentes podrían escapar a la inmunidad.

“Hay un pequeño matiz con las vacunas contra el COVID-19”, afirmó Moss.

Si bien las dosis de refuerzo típicas usan la misma vacuna que alguien recibió previamente para recordarle al sistema inmunológico acerca de la inmunidad a un patógeno, cualquier refuerzo futuro para la inyección contra el COVID-19 podría usar vacunas completamente diferentes.

Actualmente “no se ha establecido la necesidad y el momento para las dosis de refuerzo de COVID-19. No se recomiendan dosis adicionales en este momento”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU. (CDC, por sus siglas en inglés), en su sitio web.

Pero los estadounidenses deben prepararse para recibir una inyección de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 dentro de un año, comentó el jueves el Dr. Vivek Murthy, director general de sanidad de EE.UU. a Wolf Blitzer de CNN.

“Tenemos que ver cuánto tiempo dura la protección. Sabemos que dura al menos seis meses, pero tendremos que ver”, dijo Murthy. “Sin embargo, es muy posible y la gente debe estar preparada para el hecho de que es factible que necesitemos un refuerzo dentro de un año”.

¿Con qué frecuencia se necesitará un refuerzo contra el COVID-19?

A pesar de tales predicciones, el Dr. Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, le dijo a CNN que al final “no lo sabemos”.

“Nos estamos preparando para la eventualidad de que necesitemos refuerzos, pero creo que debemos tener cuidado de no dejar que la gente sepa que inevitablemente, x cantidad de meses a partir de ahora, todos van a necesitar un refuerzo. Ese no es el caso”, dijo Fauci, asesor médico en jefe del presidente Joe Biden, en un evento del Washington Post Live. “Puede que no lo necesitemos durante bastante tiempo”.

Los científicos de varias compañías que fabrican vacunas contra el COVID-19 también han predicho la necesidad de refuerzos dentro de un año, pero la comunidad científica no está de acuerdo en esto.

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“Estamos haciendo extrapolaciones” a partir de datos incompletos, afirmó Fauci a The Washington Post el jueves.

Hasta el momento, los resultados han demostrado que las vacunas de ARNm —las fabricadas por Pfizer y Moderna— tienen una eficacia de más del 90% seis meses después de aplicarse, y los científicos dicen que probablemente sea por mucho más tiempo.

Otros estudios han analizado los anticuerpos en el laboratorio. Si bien se espera una disminución de su eficacia con el tiempo, Fauci dijo al Post que “la inclinación de esa pendiente no está clara en este momento”.

Los expertos dicen que tampoco está claro cómo estos niveles de anticuerpos se correlacionan con la inmunidad del mundo real y hasta qué punto otras partes del sistema inmunológico —como las células T— podrían influir en la protección.

¿Qué sucede si se omite el refuerzo?

Ya sea que se modifiquen o no las dosis de la vacuna de refuerzo contra el coronavirus omitir una dosis de refuerzo —si se recomienda en el futuro— podría dejar a alguien menos protegido contra el COVID-19.

“Una persona que se saltó un refuerzo corre un mayor riesgo de infectarse y contraer la enfermedad del SARS-Coronavirus-2, pero también esperaría que tengan algo de inmunidad parcial y por lo tanto, pueden estar protegidos contra una enfermedad más grave”, explico Moss. El SARS-CoV-2 es el virus que causa el COVID-19.

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“Es solo una función de cuánto ha disminuido su inmunidad o qué tan diferente es una variante”, indicó. “Simplemente tienen un mayor riesgo de infección y enfermedad que alguien que recibió el refuerzo, pero tienen más inmunidad que alguien que nunca fue vacunado”.

Los científicos también investigan actualmente si existe alguna diferencia si alguien recibe el mismo tipo de vacuna como refuerzo que la dosis original administrada.

“Esta cuestión de mezclar y combinar ciertamente es relevante para las dosis de refuerzo”, aseguró Moss. “También es relevante para cualquier programa de vacuna de dos dosis, y también es un área de investigación activa”.

Investigadores del Reino Unido informaron la semana pasada que las personas que recibieron dosis mixtas de vacunas contra el coronavirus —que recibieron una vacuna diferente como segunda dosis— parecen tener más probabilidades de experimentar efectos secundarios leves como fiebre, escalofríos, fatiga o dolor de cabeza.

Pero los efectos secundarios después de recibir la combinación de vacunas fueron de corta duración y no hubo otros problemas de seguridad, informaron los investigadores en la revista médica Lancet.

En cuanto a las dosis de refuerzo en el futuro, “puedo imaginar una situación en la que las personas podrían recibir un tipo de vacuna muy diferente para esa dosis de refuerzo que la que recibieron originalmente”, dijo Moss. “La gran pregunta que tengo, supongo, es ¿cuánta evidencia científica subyacente vamos a tener para apoyar eso y convertirlo en una recomendación? Eso no lo sé todavía, pero ciertamente es probable que suceda de forma predeterminada, solo porque quizás la vacuna original no esté disponible”.

Actualmente, los CDC dicen que “las vacunas contra el COVID-19 no son intercambiables” y aún no se ha tomado una decisión ni en EE.UU. ni a nivel mundial sobre la necesidad de una dosis de refuerzo, y mucho menos qué vacuna podría ser apropiada para cualquier refuerzo.

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¿Quién está haciendo dosis de refuerzo?

Las tres empresas que actualmente han autorizado vacunas contra el coronavirus en Estados Unidos —Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson— investigan el uso potencial de refuerzos.

Estamos ahora mismo en medio de estas pruebas y los datos están llegando mientras hablamos“, afirmó el CEO de Pfizer, Albert Bourla, a Axios durante un evento virtual que se realizó el miércoles.

“Los datos que veo venir, apoyan la noción de que probablemente habrá una necesidad de (aplicar) un refuerzo entre ocho y 12 meses”, dijo Bourla. “Pero eso está por verse y creo que en uno o dos meses tendremos suficientes datos para hablar de ello con mucha mayor certeza científica”.

La primera dosis de la vacuna contra el coronavirus de Pfizer en Estados Unidos se administró el 14 de diciembre de 2020 —hace cinco meses. A medida que pasa el tiempo, si las personas recibieron su segunda dosis de vacuna hace ocho meses, “es posible que necesiten una tercera”, dijo Bourla. “Esto podría llegar más temprano que tarde, creo que de septiembre a octubre. Pero esto es algo, nuevamente, que los datos deben confirmar”.

Moderna también hace pruebas de vacunación de refuerzo

Se espera que la lucha contra la pandemia de coronavirus continúe hasta el próximo año debido a la aparición de variantes, dijo el Dr. Stephen Hoge, presidente de Moderna, durante una llamada de ganancias a principios de may.

“Creemos que esto es solo el comienzo2, dijo Hoge. “Por lo tanto, como empresa, estamos comprometidos a realizar tantas actualizaciones a la vacuna, para agregar tantas variantes como consideremos necesarias, para asegurarnos de que cuando las personas reciben un refuerzo, brinde la protección inmunológica más amplia contra la más amplia gama de variantes”.

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Johnson & Johnson también investiga el potencial de refuerzos

Tenemos ensayos en curso y planificados que ayudarán en nuestra evaluación de la necesidad, y el momento oportuno, de las dosis de refuerzo de nuestra vacuna”, según un comunicado enviado en mayo por correo electrónico de Johnson & Johnson a CNN.

La vacuna contra el coronavirus de Johnson & Johnson, junto con la de Pfizer, Moderna y otras cuatro, se están probando como refuerzos estacionales en un estudio llamado Cov-Boost que está llevando a cabo el Instituto Nacional de Investigación en Salud del Reino Unido y la Universidad de Southampton.

La compañía de biotecnología Novavax ha desarrollado una vacuna contra el coronavirus que su director ejecutivo Stanley Erck cree que podría usarse como vacuna de refuerzo para las personas que ya han sido vacunadas. La compañía planea solicitar la autorización de uso de emergencia de su vacuna en Estados Unidos en el tercer trimestre de 2021.

En Estados Unidos, creo que será un refuerzo para todos, especialmente si lo sacamos a finales del tercer trimestre“, dijo Erck a CNN la semana pasada. “Va a ser el momento de comenzar a impulsar —ya sea en seis meses o en un año”.

¿Quién tiene que aprobar las inyecciones de refuerzo contra el COVID-19?

Se espera que la decisión de usar vacunas de refuerzos contra el COVID-19 involucre a dos agencias, la Administración de Medicamentos y Alimentos de EE.UU. y los CDC, y el proceso regulatorio para llevar las inyecciones a los brazos de las personas podría variar dependiendo de si el refuerzo es la misma vacuna que se utilizó originalmente o es una versión modificada.

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“Entonces, si es la misma vacuna, tengo entendido que lo que tendría que suceder es que los CDC tendrían que recomendar una dosis adicional con detalles sobre cuándo debería ocurrir”, dijo Moss.

Si se trata de una vacuna modificada, “aquí es donde las cosas se ponen interesantes y no creo que lo sepamos bien”, señaló, pero agregó que el proceso regulatorio podría ser similar a lo que sucede con las vacunas contra la influenza cada año.

“Técnicamente, cada vez que se modifica una vacuna como esa, a menudo se considera una vacuna nueva y tiene que pasar por todo el proceso nuevamente. Pero hay un precedente, obviamente, con las vacunas contra el virus de la influenza, no para hacer eso”, dijo Moss. “Por lo tanto, cada año la vacuna contra la influenza tiene que pasar por un gran ensayo de fase 3”.

Esto se debe a que la tecnología de la vacuna sigue siendo la misma y el único cambio es el virus de la gripe en sí mismo al que se dirige la vacuna para provocar inmunidad a una cepa específica del virus de la gripe que está circulando.

Moss dijo que eso es lo que espera que suceda con las vacunas modificadas contra el coronavirus.

“En este momento, la información disponible sugiere que las vacunas autorizadas por la FDA siguen siendo eficaces para proteger al público estadounidense contra las cepas de SARS-CoV-2 que circulan actualmente. Sin embargo, si surge una variante del SARS-CoV-2 en EE.UU que sea moderada o totalmente resistente a la respuesta de anticuerpos provocada por la generación actual de vacunas contra el COVID-19, puede ser necesario adaptar las vacunas para la(s) variante(s)“, dijo un portavoz de la FDA a CNN el jueves.

La FDA actualizó su guía para los desarrolladores de vacunas en febrero, y señaló que los fabricantes deben “generar los datos para respaldar la autorización” de una vacuna modificada.

“Serán necesarias más discusiones para decidir si en el futuro, las vacunas modificadas contra el COVID-19 pueden autorizarse sin la necesidad de estudios clínicos”, según la guía. Pero en general, se “anima” a los desarrolladores de vacunas a realizar estudios exploratorios sobre vacunas modificadas para estimular las respuestas inmunitarias.

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