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La ingenuidad de los niños los convierte en personas susceptibles a todo lo que los rodea. Desde la típica palabra con la que los padres se entretienen pidiéndoles decir “diga albóndiga”, y solo dicen “albon”, ya que toman el “diga” final como un reforzamiento de la acción.

Se conoce que los niños aprenden por sí mismo mediante la observación y mímica de lo que dicen otras personas, especialmente adultos y figuras de autoridades como sus padres y maestros.

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Cuando algo les sorprende, ellos con preguntas comienzan a buscar información adicional.

La autora de una nueva investigación realizada por la Universidad de Toronto y Harvard, la académica del Laboratorio de Aprendizaje y Desarrollo Infantil (ChiLD, por sus siglas en inglés), Samantha Cottrell, dice que ek estudio “muestra que a medida que los niños crecen, se vuelven más escépticos de lo que les dicen los adultos. Esto explica por qué con los niños mayores es más probable que traten de verificar afirmaciones y son más intencionales acerca de su exploración de objetos“.

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Analizando dos estudios realizados por separado entre 2019 y 2020, en los que participaron más de 300 niños entre 4 y 6 años, encontraron que cuando los niños están creciendo, justifican su exploración como una forma de comprobar la afirmación entregada por el adulto.

Esto sugieren que a medida que van creciendo, se vuelven más conscientes de sus dudas y sobre lo que dicen los adultos, convirtiéndose en una persona que cuestiona lo enseñado.

La investigación fue publicada en la revista Child Development.

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