Estudio realizado en delfines confirmó que todos envejecemos a ritmos diferentes

Los años no dejan a nadie atrás, pero todos los humanos experimentamos procesos de envejecimiento diferentes producto de su genética y estilo de vida. 

Por otra parte, los delfines usados por la Marina de los Estados Unidos tienden a existir en circunstancias bastante uniformes; la dieta y el hábitat de todos estos cetáceos son casi las mismas. 

Los mamíferos acuáticos envejecen de forma similar a los humanos, estos delfines fueron recientemente seleccionados como nuevos sujetos de un estudio de envejecimiento de largo plazo. La gran meta: atrasar los estragos que causan los años en el cuerpo humano. 

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Los resultados del estudio fueron publicados en Proceedings of the National Acadamy of Sciences.

Existen 4 rasgos en la sangre de los delfines que demuestran cuánto están envejeciendo, según reporta el equipo. Los científicos tomaron muestras de sangre de 144 delfines durante 25 años para identificar los marcadores que son relevantes para la salud humana. 

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Los hallazgos demuestran que existen diferencias entre el envejecimiento lento y acelerado entre individuos de la misma población. 

Stephanie Venn-Watson, cofundadora y CEO de la compañía de las ciencias de la vida Epitracker aseguró a Inverse que “aunque por mucho tiempo se creído que ciertas personas envejecen más rápido que otras, ha sido difícil comprobar que todos tenemos tasas de envejecimiento diferentes”. 

Venn-Watson y sus colegas identificaron 4 biomarcadores en los delfines que ayudaron a medir a qué ritmo estaban envejeciendo, ya que todos disminuyeron con la edad: 

• Hemoglobina: una proteína que contiene hierro y ayuda a transportar el oxígeno a través de los glóbulos rojos
• Linfocitos: células inmunes 
• Plaquetas: encargados de la coagulación 
• Fosfatasa Alcalina: Enzima que cumple una importante función al momento de detectar enfermedades al hígado o a los huesos. 

“Basados en estos indicios fuimos capaces de confirmar que la presencia tanto de envejecimiento lento como acelerado en delfines”, concluyó Venn-Watson.