Desde tiempos inmemorables, las águilas calva y dorada han sido un símbolo de Estados Unidos, representando la supremacía y autoridad del ave tanto en el cielo como en la tierra. Para los pueblos nativos americanos, en tanto, simbolizan una conexión con lo divino.
Sin embargo, un nuevo estudio reveló que estos animales se encuentran gravemente intoxicados debido al alto nivel de plomo causado por los fragmentos de bala dejados por los cazadores.
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“Cada vez que una bala de plomo golpea a un ciervo, se fragmenta en muchas, muchas piezas. Solo se necesita un pequeño fragmento, algo del tamaño de la cabeza de un alfiler, para matar a un águila“, explica Todd Katzner, biólogo de vida silvestre y co-autor del estudio.
Radiografía de un águila calva que ingirió fragmentos de plomo. Crédito: Centro Raptor, Universidad de Minnesota
Para llegar a esta conclusión, el equipo examinó la sangre, huesos e hígados de 1.200 águilas entre 2010 y 2018 en 38 estados, lo que reveló que el 47% de las águilas calvas y el 46% de las águilas reales o doradas han mostrados signos de envenenamiento crónico por plomo.
Esto significa que un tercio de ambas especies han mostrado signos de intoxicación aguda por plomo debido a que comen los pequeños fragmentos, los que pueden causar estragos en su salud, desde lesiones y parálisis, hasta las muerte en los casos más agudos.
El estudio completo fue publicado en la revista Science.
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