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Los pulsos son fascinantes criaturas que poseen un gran capacidad mental. A pesar de tener una corta vida -máximo cinco años-, estudios han demostrado que los cefalópodos tienen una serie de cualidades increíbles, como ser capaces de sentir angustia o dolor.
A una larga lista de peculiaridades, una nueva investigación realizada por científicos de la Universidad de Sydney, en Australia, observaron que los pulpos comunes de Sydney -los Octopus tetricus- se defienden cuando son acosados.
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En primera instancia, se pensó que este comportamiento estaba relacionado con una forma de deshacerse de sus alimentos o construir una madriguera. Pero tras unas serie de grabaciones, quedó claro que existe una dinámica social avanzada entre estas criaturas.
El estudio -prepublicado en BioRxiv y aún no revisado por sus pares- detalla que las hembras lanzan un chorro de agua al suelo para impulsar los objetos hacia el objetivo.
Las grabaciones evidenciaron uno de estos acosos, realizado por un macho que intentó aparearse con una hembra. Ella, al no querer, le comenzó a arrojar una serie de artefactos.
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Ante esa situación, el macho intentó agacharse cuatro veces durante los 10 lanzamientos que le propinó la hembra. Asimismo, descubrieron que otros pulpos ayudan a la hembra y le arrojan conchas al estilo de lanzar un frisbee.
Esta investigación confirma estudios previos que han indicado que los pulpos son cefalópodos sumaste malhumorados.
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