(CNN) – Un cohete de más de 30 metros de altura estalló en llamas en el aire después de ser lanzado desde California este jueves por la noche, frustrando las esperanzas de una startup con sede en Texas de poner un cohete en la órbita de la Tierra en su primer intento de lanzamiento.

El cohete, que se lanzó desde la Base de la Fuerza Espacial Vandenberg al norte de Los Ángeles, pareció tener un despegue suave mientras se elevaba sobre el Océano Pacífico y se acercaba a velocidades supersónicas.

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Sin embargo, comenzó a girar y los funcionarios de la Fuerza Espacial de EE. UU. ordenaron a la compañía que destruyera el cohete en el aire, llamado aborto de emergencia, para que no cayera sin control hacia las personas o la propiedad. Nadie resultó herido.

Firefly no es la única compañía espacial que pierde un cohete en 2021. Astra ( ASTR) , una startup con sede en California, intentó la semana pasada poner en órbita su cohete de 13 metros de altura, pero el vehículo se desvió de su plataforma de lanzamiento e intentó enderezarse antes de explotar.

Luego está SpaceX, que ha sufrido muchas explosiones durante las primeras fases de desarrollo de su tecnología de cohetes. Los primeros prototipos de un cohete que la compañía espera que algún día lleve humanos a Marte, por ejemplo, han realizado varias inmersiones explosivas en la Tierra este año.

Firefly, que tiene su sede cerca de Austin, Texas, señaló que está trabajando con los reguladores federales para determinar qué salió mal antes de preparar su próximo intento de vuelo orbital.

“Si bien no cumplimos con todos los objetivos de nuestra misión, logramos varios de ellos: encendido exitoso de la primera etapa, despegue de la plataforma, progresión a velocidad supersónica y obtuvimos una cantidad sustancial de datos de vuelo”, dijo la compañía en una declaración.

Firefly es una de las compañías de cohetes comerciales que presionan para hacer del espacio un lugar de negocios competitivo en lugar de un dominio exclusivo de los gobiernos. El poner cohetes en órbita a menudo ha sido un factor determinante para que una empresa pueda mantenerse económicamente a flote.

Firefly, por ejemplo, ya ha pasado por la quiebra una vez. Salió de la bancarrota en 2017 después de encontrar un nuevo respaldo financiero y conocer una nueva ola de apoyo de inversores privados. Según la firma de datos Pitchbook, Firefly tiene una valoración de US$ mil millones.

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Si Firefly hubiera éxito el jueves por la noche, se habría convertido en la tercera compañía estadounidense en alcanzar la órbita con un cohete que está diseñado específicamente para transportar lotes de pequeños satélites al espacio. Rocket Lab y Virgin Orbit son hasta ahora las únicas empresas que lo han logrado.

Pero docenas, posiblemente cientos, de nuevas empresas están esperando entre bastidores con planes comerciales casi idénticos: construir cohetes baratos y livianos que puedan hacer viajes frecuentes a la órbita.

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