Crédito: Archaeological and Anthropological Sciences

Un equipo de especialistas se encontraba investigando unos túneles volcánicos en Arabia Saudita cuando inesperadamente se toparon con una gigantesca colección de huesos que fueron recopilados por hienas durante los últimos 7 mil años.

Los restos óseos pertenecen a caballos, camellos, asnos e incluso humanos. Tras analizar cortes, mordeduras y marcas de digestión encontradas en los huesos, el equipo llegó a la conclusión de que las hienas fueron las culpables del tétrico escenario.

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La hiena rayada es una ávida acumuladora de huesos”, manifestó a Gizmodo Mathew Stewart, zooarqueólogo del Instituto Max Planck para el Estudio de la Historia Humana y autor principal del estudio publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences.

Los expertos han investigado el sitio ubicado en el campo de lava Harrat Khaybar desde el año 2007, pero solo se aventuraron en las profundidades de la caverna hace unos meses. Para el estudio, el equipo analizó 1.917 huesos y dientes recuperados desde el tubo de lava.

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La datación por radiocarbono reveló que los restos óseos tienen entre 439 y 6.839 años de antigüedad. El estudio afirma que esto sugiere “un uso prolongado del sistema de tubos de lava por parte de los carnívoros“, quienes llevaban ahí a sus presas después de cazarlas.

El equipo afirmó que este comportamiento sería común entre los depredadores prehistóricos, quienes preferían comer protegidos. Además, este tipo de guaridas permitía que las crías comieran tranquilamente, sin el peligro de depredadores más grandes y peligrosos.

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