Crédito: Tyler Stone

(CNN) – Científicos descubrieron una nueva especie parecida a un lagarto que acechaba en aguas poco profundas para capturar a su presa, con la ayuda de una cola corta y plana que usaba como flotador.

Hace unos 240 millones de años, el depredador del Triásico Brevicaudosaurus jiyangshanensis se escondía, casi inmóvil, en el mar, y los investigadores encontraron pistas en su esqueleto que podrían explicar sus inusuales métodos de caza.

Científicos de la Academia China de Científicos y el Museo Canadiense de la Naturaleza en Ottawa estudiaron dos esqueletos descubiertos en una fina capa de piedra caliza en dos canteras en el suroeste de China. El esqueleto más completo, que mide poco menos de 60 centímetros de largo, fue encontrado en una cantera en Jiangshan.

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Los expertos identificaron los restos de 240 millones de años como una especie de notosaurios previamente desconocida: reptiles marinos de cabeza pequeña con colmillos, extremidades en forma de aletas y un cuello largo. Por lo general, tenían una cola más larga, que los expertos creen que usaban para la propulsión, pero la del reptil recién descubierto era corta y plana.

Sus patas delanteras estaban más desarrolladas que las traseras y podrían haber contribuido a ayudar al animal a nadar. Con sus huesos gruesos y densos, incluidas las vértebras y las costillas, probablemente tenía un aspecto robusto.

Los expertos creen que no era necesariamente un nadador rápido, sin embargo, sus densos huesos le habrían proporcionado una ventaja: estabilidad. Estos huesos gruesos y de gran masa podrían haberlo hecho flotante en aguas poco profundas, y con la ayuda de su cola plana, podía flotar inmóvil bajo el agua con poca energía.

El cazador sigiloso

Los investigadores creen que la criatura podría haber usado su flotabilidad neutral para acechar el lecho marino en busca de su comida. “Nuestro análisis de dos esqueletos bien conservados revela un reptil con un cuerpo ancho y huesos densos, con una cola muy corta y aplanada”, sostuvo Qing-Hua Shang, coautor del estudio.

“Se puede usar una cola larga para moverse a través del agua, generando empuje, pero la nueva especie identificada probablemente era más adecuada para estar cerca del fondo en un mar poco profundo, usando su cola corta y aplanada para mantener el equilibrio, como un submarino flotante, lo que le permite conservar energía mientras busca presas”, detalló Shang.

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Este espécimen era muy adecuado para la caza submarina: la flotabilidad neutra también debería haberle permitido caminar en el lecho marino en busca de presas de movimiento lento. Mientras tanto, las costillas de alta densidad del esqueleto sugieren que tenía pulmones grandes que aumentaban el tiempo que podía pasar sin salir a la superficie.

Los paleontólogos encontraron otra característica que lo ayudaría en sus hazañas submarinas, esta es un estribo largo y grueso, que podría haberlo ayudado a oír bajo la superficie. “Quizás este pequeño reptil marino tuvo que estar atento a los grandes depredadores mientras flotaba en las aguas poco profundas, además de ser un depredador en sí mismo”, manifestó Xiao-Chun Wu, coautor del estudio.

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